lunes, 16 de julio de 2012

Saliva



En ese momento en que
La tarde parece noche
Y los colores se vuelven neutros


En ese momento
que la alegría es avasalladora
y que las soledad no es un espejismo
sino
el peso de tu cara que cuelga como un muerto
mientras el nudo de la vida enrollado a un árbol
se prepara un trago a medio día;
Pensamos que tuvimos suerte

No hay tiempo para pensar en el tiempo

Ya desaparecieron las metáforas como anzuelos,
las metáforas como papillas ya están podridas,
y las metáforas como prostitutas ya no sonríen

Es Momento de enseñar los dientes
Y de percibir el aroma de los muertos,
De enroscar todas aquellas bombillas de luz
En aquel letrero gigante con el nombre de la locura.
Aquella locura hermosa y oscura,
detenida en el tiempo invisible,
que permanecerá inquieta por siempre
como todos los ocasos del mundo en una licuadora furiosa



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