jueves, 14 de abril de 2016

Reflexiones cotidianas sobre un amor del pasado

La verdad viene del futuro
como las cenizas vienen del fuego.
y la verdad, para ser verdad,
jamás regresa
pues se sostiene y desafía
a nuestra imaginación.

¿Venimos nosotros del futuro?
pues venimos del futuro tanto
como los consejos de nuestros
ancestros.
La verdad
de todos los tiempos.

Atrás y adelante son lo mismo
pues nuestra memoria
se transforma
en cotidianidad
y la salida casi siempre
es acelerar.

¿Acelerar a dónde?
pues bien, si el futuro
y el pasado son lo mismo
aceleramos hacia la soledad.

El amor
es un momento de verdad en el futuro,
del que venimos y nos
arrepentimos
para hacernos presente y del que
arrancamos para imaginarnos
en otro lado,
del que nunca
regresamos.

Extraño,
si lees esto en el futuro,
yo ya estuve ahí y sentí lo mismo que tu
tiempo después,
Pero
si alguna vez te conocí.
perdóname por
no quedarme y
amarte hoy
con mil años de distancia.

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